Las luces de Las Vegas están siendo alimentadas por pasos

Generar electricidad a partir del tráfico peatonal en las aceras no es nada nuevo. Pero Las Vegas quiere dar un paso más. La startup EnGoPlanet está probando un sistema híbrido de paneles solares y almohadillas de energía cinética que alimentarán las luces de las calles en Boulder Plaza en Las Vegas. En total, se instalarán cuatro farolas y ocho plataformas cinéticas en el centro.

El alumbrado público LED de bajo consumo obtiene su energía principalmente de paneles solares curvos, que cargan una batería durante el día para funcionar durante la noche. Cuando el cielo está nublado o no hay suficiente jugo, las almohadillas para pasos pueden cargar esa batería, bombeando entre cuatro y ocho vatios por paso.

Pero no es sólo un sistema de alumbrado público. Está equipado con muchas características, incluido un sensor de movimiento que detecta la presencia de un peatón, ahorrando energía cuando no hay nadie cerca. El sistema también tiene sensores que miden la calidad del aire, detectan el agua y monitorean el tráfico.

Las cámaras de seguridad, los puntos de acceso WiFi y las opciones de carga, como los puertos USB y la carga inductiva, también funcionan con la batería. Además, todo el sistema está diseñado para estar fuera de la red.

EnGoPLANET ve esta instalación como un trampolín hacia su visión de llevar luz a áreas del mundo sin electricidad. Una campaña de Indiegogo quiere llevar esta tecnología a 10 zonas rurales de África.

La compañía señala el costo ambiental masivo que pueden traer las farolas tradicionales. Encenderlos le cuesta al mundo $ 40 millones cada año y genera más de 100 millones de toneladas de CO2. Esto puede parecer insignificante en comparación con los casi 10 mil millones de toneladas métricas, pero los pequeños cambios se suman. El mundo se está calentando y el consenso científico nos dice que es culpa nuestra.

Por eso se necesitan iniciativas como esta. Impulsan a las ciudades hacia formas más sostenibles de desarrollar y brindar servicios. En este punto, necesitaremos un replanteamiento masivo de cómo construimos ciudades si queremos evitar un desastre ecológico.